El pan, la
casa, el paro, domingo, las prisas, muda
límpia
bufanda ,escudo, radio, móvil en
mano, y un
carraspeo en la
garganta .
El color verde
de tu peregrinación
de geografía infinita,
El blanco de
las sábanas llegando
el verano,
El
frescor de otra
postura en la seda esta
noche diferente.
Niño, padre,
y abuelo
sonríen, saltan, lloran, se
abrazan los que
no están;
Suspiran
hoy los rincones
del Estadio San
Eulogio, donde aun vive el
susurro de un himno
propio de otro
régimen, y que
pedía a gritos
su jubilación.
Yo fui de
los que nunca
creyó…o a lo
mejor en el fondo sí. Y
siento la frustración
de haber sentido
la alegría mermada
por la rabia
de no poder
decir ahora que
siempre te apoyé…
Claro
que lloro, claro
que me emociono
con mi gente; pero
no pude sentirte
de otra manera,
y te pido
perdón. Soñé tantas veces
con vestir tu camiseta,
estuve tan cerca
y tan lejos
de hacerlo que pagué
contra tu nombre
la clase de
hombres que te
absorbían la vida
y las ganas. Ahora
me doy cuenta
que ser cordobesista
está por encima
de cualquier dirigente
incompetente, cualquier entrenador
enchufado, cualquier jugador
a comisión…son 42
años aprovechándose de tu dinero
y tu ilusión,
para lucrarse unos
cuantos…y me temo
que eso no
va a cambiar. Que
la suerte nos
iluminara donde otras
veces se hizo
la oscuridad no
significa que no
siga pensando que
el presidente del
Córdoba cf es
un incompetente, y algo
narcisista, y que lo
que ha hecho
Ferrer (con todos mis
respetos, y mi
enhorabuena -incluso las gracias-)
lo podía haber
hecho Falete…o Rafa
Navarro, o Berges, o Pepe
Escalante, o Paco Jémez…fue con
este último cuando
sentí que un
entrenador podía cambiar
un club, mandar al carajo a
los chupocteros, apostar
por la cantera
y jugar como
los ángeles…sin embargo
no ascendimos…
Quizás
el gol podría
haberlo marcado uno
de los tantos
futbolistas cordobeses (y
cordobesista) despreciados por
un eterno compadreo,
entre cortijeros abrazafarolas
y representantes sinvergüenzas….pero no,
lo marcó Uli
Dávila, y claro
que lo felicito,
al igual que
a todos los
jugadores –que poca culpa
tienen de lo
que digo-, incluso se
lo agradezco desde
mi destierro voluntario.
El
Córdoba ya ha
ascendido, y tuvo
que ser de milagro.
Porque el de
arriba no aguantaba
más que se
mofarán del sentimiento
de una afición
que solo entiende
de corazón.
En una ciudad
donde la negación, el
chisme ajeno y
el ventajismo son
el mecanismo de
defensa de la
propia carencia personal,
individual y colectiva…Ser
del Córdoba cf, hoy, es muy sencillo,
ser cordobesista… eso es un
privilegio que no
tenemos muchos de los
que hoy cantaremos el
himno en el
estadio, o en las Tendillas…
Por eso, un
cordobés, arrepentido de
confundir las cosas, casi
un invitado en
tu estadio por
decisión personal, felicita
hoy a los cordobesistas por
hacer que en
42 años, de
improperios sordos e internos, hayan sabido ser el
hilo de vida,
de unión, entre
la religión del Arcángel y
todos esos que
te queríamos a
medias, y a
ciegas también. Soy de
Córdoba, y el
equipo de mi
ciudad tiene la
mejor afición del
mundo…fíjense si es
así que han querido
compartir con Córdoba
entera un ascenso
que les pertenece,
que hace tiempo
que era suyo: GRACIAS!
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